31 mayo 2012

200 - Es mejor estar acompañado

Estos vídeos son una pasada, graciosos, atractivos, eficaces y simpáticos a más no poder. ¡A pasarlo bien!







28 mayo 2012

199 - Edificios singulares

Bueno estos edificios son singulares y plurales porque la verdad es que llamar llaman la atención a una pluralidad de personas.
¿Quién dijo que la creatividad estaba muerta?
¿Quién dijo que los arquitectos son muy disciplinados?
¿Quién se atreve a vivir en una de estas casas que sin duda son fotografiadas 100 veces al día?
 ¡¡¡A disfrutar con el paisaje!!!

22 mayo 2012

197 - Diferencias entre sexos I

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SIN LUGAR A DUDAS LAS CHICAS SOMOS MÁS COMPLEJAS Y MÁS DETALLISTAS. ¿Alguien lo dudaba?

19 mayo 2012

196 - TERCERA ENTREGA ANIMADA

La percusión es en este caso la base rítmica y melódica de toda la pieza. Es difícil asombrar haciendo música y más si es con un ordenador. Estos muchachos lo consiguen y además te dejan con la boca abierta. ¡A disfrutarlo!

16 mayo 2012

195 - MI CHICA?

VAMOS A VER COMO LO EXPLICO: estos muchachos australianos son de lo más fresco que he encontrado en los últimos tiempos. Es rock puro y duro, pero sus baladas son espectaculares. Hoy toca marcha.

13 mayo 2012

10 mayo 2012

193 - Etiquetemos bien, por favor.

Las etiquetas son textos concentrados a más no poder, con 7 símbolos o menos son capaces de explicarte lo que, con un texto normal, necesitarías entender en 4 ó 5 líneas.^ ^
Pero si hay dudas y no logras descifrarlas, aquí tienes la etiqueta ideal, tu etiqueta.

A mí todavía no me hace falta, pero ¿y a tí?

Si prefieres la versión "de toda la vida", te dejo una página para que aprendas a leerlos. Pincha aquí.

08 mayo 2012

192 - CLASES DE ECONOMÍA (2 vacas)


Esta Teoría económica, conocida también como la Teoría de las 2 vacas, intenta explicar al 98% de la población mundial que es lo que el hombre, en su constante devenir, ha ideado en cuanto a economía durante siglos y siglos, desde los fenicios a las multinacionales.

Socialismo:
Tú tienes 2 vacas.
El estado te obliga a darle 1 a tu vecino.

Comunismo:
Tú tienes 2 vacas.
El estado te las quita y te da algo de leche.

Fascismo:
Tú tienes 2 vacas.
El estado te las quita y te vende algo de leche.

Nazismo:
Tú tienes 2 vacas.
El estado te las quita y te dispara en la cabeza.

Burocratismo:
Tú tienes 2 vacas.
El estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.

Capitalismo tradicional:
Tú tienes 2 vacas.
Vendes una y te compras un toro.
Haces más vacas.
Vendes las vacas y ganas dinero.
Luego te jubilas rico.

Capitalismo moderno:
Tú tienes 2 vacas.
Vendes 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco.
Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas.
La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Cayman que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañía.
El informe anual afirma que tú tienes 8 vacas con opción a una más.
Coges tus 9 vacas y las cortas en trocitos.
Luego vendes a la gente tus 10 vacas troceadas.
Curiosamente durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, tú sólo tienes 2 vacas.

Economía japonesa:
Tú tienes 2 vacas.
Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico.
Luego ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas 'Vakimon' e incomprensiblemente, te haces millonario.

Economía alemana:
Tú tienes 2 vacas.
Mediante un proceso de reingeniería consigues que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que tenga ningún mérito.

Economía rusa:
Tú tienes 2 vacas.
Cuentas y tienes 5 vacas. Vuelves a contar y te salen 257 vacas.
Vuelves a contar y te salen 3 vacas.
Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka.
Economía china:
Tú tienes 2 vacas.
Tienes a 300 tíos ordeñándolas. Explicas al mundo tu increíble ratio de productividad lechera.
Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.

Capitalismo americano:
Tienes 2 vacas.
Vendes una y fuerzas a la otra a producir la leche de cuatro vacas. Te quedas sorprendido cuando ella muere.

Economía iraquí:
Tú no tienes vacas.
Nadie cree que no tengas vacas, te bombardean y te invaden el país.
Tú sigues sin tener vacas.

Economía india:
Tú tienes 2 vacas.
Las pones en un altar para adorarlas.
Después sigues comiendo arroz al curry.

Economía suiza:
Hay 5000000000 vacas.
Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién es.

Economía francesa:
Tú tienes 2 vacas.
Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las carreteras del país, porque tú lo que quieres son 3 vacas.

Capitalismo italiano:
Tienes 2 vacas.
Una de ellas es tu madre, la otra tu suegra, ¡¡maledetto!!!

Capitalismo británico:
Tienes 2 vacas.
Las dos están locas.

Economía española:
Tú tienes 2 vacas, pero no tienes ni idea de donde están.
Pero como ya es viernes, te bajas a desayunar al bar que tienen el Marca.
Si acaso, ya te pondrás a buscarlas el miércoles después del puente.

04 mayo 2012

189 - SCALADO REMOVE

¿Cuando haces fotos en tu móvil te molesta la gente que pasa por detrás? ¿Te gustaría que desapareciera?
Aquí tienes una aplicación fantástica que hace eso mismo. En este vídeo explicativo te dicen, muy graficamente, cómo se hace. Es una chulada, lástima que mi móvil sea tan antiguo que no tiene ni siquiera cámara.


01 mayo 2012

188 - SÓLO ESO

Lo que quiero ahora (artículo de Ángeles Caso)

Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación -al menos la sensación- de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.

Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.
Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.
Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.

También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada. O todo.