The Final Four, un término que se usa en el baloncesto americano, me sirve perfectamente para denominar a estos 4 gigantes, a estos 4 jinetes, puede que del apocalipsis quien sabe, que nos están comiendo la vida, poco a poco, que no se nota.
Google, Facebook, Apple y Amazon, he aquí el poker de empresas, macroempresas mejor dicho, que tienen nuestra vida, nuestros contactos, nuestra privacidad, nuestros gustos, nuestras compras, nuestras familias, nuestros amigos, nuestros pensamientos en la palma de su mano.
"LOS CUATRO son una manifestación de dios, el amor, el sexo y el consumo, y aportan valor a las vidas de miles de millones de personas cada día. Sin embargo, a estas empresas no les preocupan nuestras almas [...] Evaden impuestos, invaden nuestra privacidad y destruyen trabajos para aumentar sus beneficios porque… pueden”. Esto es lo que nos dice Scott Galloway, profesor de ‘marketing’ en la escuela de negocios Stern de la Universidad de Nueva York, en un libro donde analiza cómo han erigido sus imperios.
En los últimos tiempos parece que las cosas están cambiando. Dos grandes fondos de inversión que apostaron por Apple acaban de pedir a la empresa que aborde el problema de “adicción” a los iPhones; los trabajadores de Amazon anuncian huelgas y paros por los cambios de condiciones laborales y las prácticas coactivas que les obligan a firmar las nuevas condiciones; algunos accionistas de Facebook están presionando para la creación de un comité de riesgos que trate asuntos como las noticias falsas, amén de las disculpas y mil perdones que ha tenido que pedir su creador ante el Senado: y algunos ex-empleados de la red social y de Google se han unido en una organización para estudiar los efectos negativos de sus creaciones.
AMAZON. El príncipe de las tinieblas. Poco a poco va desmantelando un comercio minorista y local sustituyendo a comerciantes y empleados por máquinas. Intenta crear un mercado de productos orgánicos, para millennials y con tecnología de última generación.
FACEBOOK. El rey del amor y... las noticias falsas. 1.300 millones de usuarios le han dado el suficiente poder para comprar Whassap e Instagram, aprovechándose de la nuestra instintiva necesidad de ser amados y de reforzar nuestras relaciones.
GOOGLE. El dios moderno.Dando respuesta (buena o mala) a todas nuestras preguntas se ha convertido en una utilidad "pública", en un todopoderoso imprescindible que posee más credibilidad que cualquier humano y que es capaz de responder a lo que nunca se le había preguntado antes (una de cada 6 consultas son absolutamente nuevas para el buscador). Si quieres desaparecer del mundo digital... Google lo evitará encontrándote te metas donde te metas.
APPLE. La secta tecnológica. Aprovechándose de nuestra fascinación por el lujo, Apple hace que te sientas diferente, que seas de los elegidos. Tras sus chanchullos fiscales y su política hermética sobre sus productos, afecte a quien afecte, haya guerra o paz, se necesite para combatir el terrorismo, el delito o aquello prioritario, Apple crea sectarios con difícil desintoxicación.
¿Qué podemos hacer? Lo más importante es ser CONSCIENTES de dónde nos metemos cuando acudimos a ellos.
Lo que peor llevo es que sean 4 y no 20, así tendríamos capacidad de elección, que es lo más humano del humano.
Si queréis saber más o leer el libro de este profe os dejo la referencia AQUÍ.
ES GRACIOSO, he buscado datos de este autor en GOOGLE, desde mi Ipad de APPLE, compartiré este post en FACEBOOK y el libro que os recomiendo está en AMAZON, y ahora que venga alguien a decirme que no es verdad que nos están comiendo.
