
Con el chupinazo, cohete lanzado al aire, y la bajada de Celedón, aldeano de la provincia que venía a vender sus productos y a pasar unos días de diversión, se da comienzo a una semana de desenfreno para niños, adultos, mayores y demás especímenes.
Las actividades ofertadas por el Ayuntamiento son infinitas, diversas, dispersadas por toda la ciudad y de todos los gustos, sofisticados, populares y chavacanos.
No hay nadie, que conozca, que diga que no le han impresionado nuestras fiestas. Y para dar envidia, sana, pero envidia al fin y al cabo, aquí dejo el programa de los acontecimientos que se reparten por todo el municipio y a todas horas.
Las fiestas de la Blanca día a día.
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