25 marzo 2018

542 - EL PERSONISMO. Cómo criar a un hijo feminista


En mi ciudad con unos 250.000 habitantes el 8M, 8 de Marzo, nos concentramos más de 70.000 personas en una manifestación de auténtica protesta y crítica a una sociedad que no hace valer la igualdad que como personas todas y todos tenemos.

No hablaré de feminismo, ni de masculinismo, ni de hembrismo, ni de machismo, voy a defender a ultranza el PERSONISMO.

Tampoco voy a inventar la pólvora si digo que nuestro mundo está dirigido por hombres que pretenden seguir dirigiendo y gobernando hasta el último rincón de nuestras casas y nuestros corazones.

Estoy convencida de que la superioridad en fuerza del sexo masculino en los tiempos remotos lo hizo altivo, dominante, prepotente, tirano y despótico, pero ésto, gracias a todos los dioses, está cambiando.

Muchos hombres se han dado cuenta de que las mujeres no son inferiores en "NADA", salvo en fuerza bruta, lo reconozco. Muchos hombres están cambiando de pensamiento, aunque todavía hay una inmensa mayoría de ellos que no están dispuestos a realizar trabajos "femeninos" como el cuidado de personas mayores, labores de auxiliares de enfermería, magisterio de niños en guarderías o educación infantil... 

Muchas mujeres nos estamos dando cuenta de la fuerza que tenemos, no física, pero sí moral y social. Muchas mujeres estamos listas para tomar el poder que nos corresponde en el lugar que queramos tomarlo. 

Por fin, el hombre actual está siendo educado de forma diferente, no suscribiendo los cánones que los hombres imponían antaño, sino los que la lógica, la humanidad, la justicia, la ética y la inteligencia imponen. QUEDA MUCHO POR HACER.

Muchas mujeres sabemos que tenemos el poder de educar a nuestros hijos e hijas en la igualdad real y muchas otras lo están descubriendo.

En la mayoría de escuelas actuales, occidentales al menos que es lo que más conozco, las niñas y los niños son educados con igual respeto, con igual dignidad, con igual igualdad.

Ahora son las familias las que tienen que poner de su parte ese granito de arena para conseguir que la montaña de la desigualdad convierta las sinuosas dunas en plácida playa en donde TODOS los granos valgamos igual.

Creo que me he hecho mayor y no llegaré a ver el fin de la desigualdad, pero seguiré luchando por ello y, como granito de esa playa, dejo este gran artículo de Claire Cain Miller.

Hoy en día es más probable que le digamos a nuestras hijas que pueden ser lo que quieran: astronautas y mamás, toscas o muy delicadas, pero no hacemos lo mismo con nuestros hijos.

Aunque les hemos dado a las niñas más opciones de roles para elegir, según los sociólogos el mundo de los niños sigue siendo muy limitado. Se les desalienta cuando tienen intereses considerados femeninos. Se les dice que sean rudos a toda costa, o bien que reduzcan su llamada “energía de niño”. Si queremos crear una sociedad equitativa, una en la que todos puedan progresar, también debemos darles más opciones a los niños. 

Como señala Gloria Steinem: “Estoy contenta de que hayamos comenzado a criar a nuestras hijas más como a nuestros hijos, pero no funcionará hasta que criemos a nuestros hijos más como a nuestras hijas”.

Así comienza el artículo, CÓMO CRIAR A UN HIJO FEMINISTA, que podéis leer entero pinchando la imagen.

¡MERECE LA PENA!


2 comentarios:

  1. Muy de acuerdo, tenemos que empezar en nuestra propia casa.
    Besos mil.

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    1. Es lo que más tiempo nos va a llevar. Nuestros hijos, nuestros nietos, nuestros amigos... todos deben aprender a ser iguales que cualquiera de las mujeres que conocen. Nos va a costar, pero es la solución.
      Un beso, Blanca, me alegra saber que te gusta este blog también.

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