03 junio 2018

552 - JUNG versus FREUD

A raíz de una discusión con un amigo llegué a la idea de que merecía la pena conocer mejor las teorías de estos dos grandes de la cultura social.

Estos eminentes hombres del siglo pasado son los psicólogos: Carl Gustav Jung y Sigmund Freud.

Sus teorías son conocidas y estudiadas en institutos y universidades, pero también han sido asumidas, en gran medida, por la sociedad de hoy en día.

Las polémicas que se generan alrededor de sus figuras no dejan indiferente a nadie.

CARL GUSTAV JUNG fue un médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, figura clave en la etapa inicial del psicoanálisis. Fundador de la escuela de psicología analítica.

SIGMUND FREUD fue un médico neurólogo austriaco de origen judío, padre del psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX.​

En sus comienzos ambos coincidían en pensamientos y planteamientos teóricos por lo que resultaba difícil diferenciar sus ideas. Sin embargo, a lo largo del tiempo sus teorías fueron desarrollándose más profundamente y, a pesar de ser considerados maestro y sucesor, las diferencias sobre sus métodos, pensamientos y planteamientos llegaron a ser un verdadero enfrentamiento intelectual.

Estas son sus diferencias más reconocibles.

1.- Ser psicoanalista
Aunque no es extraño escuchar el término ¨psicoanalista junguiano¨, a aquellos formados en la teoría de Jung, es un error nominativo. Jung no es considerado psicoanalista, de hecho, él mismo decidió separarse por completo de esta escuela y fundó la suya propia.

2.- El término “complejo”
Freud reconoció y le dio la autoría de este término a Jung. Freud utilizó este término siempre acompañado de un apellido en su teoría: “Complejo de Edipo” o “Complejo de castración” para poder explicar la teoría sexual y la dinámica psíquica que ahí se daba.

En cambio, para Jung el término complejo tiene que ver con el conjunto de conceptos o imágenes cargadas emocionalmente que actúa como una personalidad autónoma escindida. Encontrándose precisamente en el núcleo de estos complejos el arquetipo y relacionándolo con el concepto de trauma.

3.- Parapsicología y fenómenos ocultos
 Jung le otorgaba mucha importancia a la parapsicología y a la autenticidad de los entonces llamados “fenómenos ocultos.” Freud en cambio se oponía a estudiar estas cuestiones y ligarlas al psicoanálisis; consideraba que le harían muchísimo daño a la teoría.

“Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos”.

4.- Concepto de “restos arcaicos”
Para Freud los “restos arcaicos” tienen que ver con ciertos contenidos inconscientes, tendrían que ver con el concepto de huella mnémica que este creó.

En cambio, para Jung los restos arcaicos eran más que eso; de hecho, le permitieron crear una topología del inconsciente distinta a la del psicoanálisis -el inconsciente colectivo-. Para ello hizo uso del análisis de los sueños de sus pacientes, interpretó diferentes mitos producidos por diversas culturas y les sumó a la investigación de la simbología alquímica.

Para Jung, el inconsciente colectivo es algo común a la naturaleza humana. Se nace con él; constituido por estructuras arquetípicas derivadas de los momentos emocionales más trascendentes de la humanidad que dan como resultado el ancestral temor a la oscuridad, la idea de Dios, del bien, de lo demoníaco, entre otros.

5.- Los factores históricos y la importancia del presente
Para Freud, tanto en el desarrollo de la neurosis como el de la psicosis, primaban los factores históricos de cada individuo sobre los factores o circunstancias actuales. Es decir, los factores históricos vendrían a determinar los comportamientos actuales y futuros.

Sin embargo, para Jung esto funcionaba al revés. Relativiza la preeminencia de los factores históricos en la fundamentación freudiana. Y aun cuando Freud no disentía en esta peculiaridad, sí que lo haría en términos generales, dada la focalización de Jung en resaltar, respecto del campo de estudio de las neurosis, el presente en detrimento del pasado.

“Yo no soy lo que me sucedió, yo soy lo que elegí ser”.

6.- Élan vital vs. líbido
Para Jung, el concepto de libido definiría una energía vital de carácter general que adoptaría la forma más importante para el organismo en cada momento de su evolución biológica -alimentación, eliminación, sexo-. En contraposición de la concepción de líbido freudiana: energía predominantemente sexual concentrada en diferentes zonas corporales a lo largo del desarrollo psicosexual del individuo.

7.- Topología psíquica
Para Freud la estructura psíquica estaba compuesta por tres niveles: consciente, preconsciente e inconsciente. Para Jung en cambio, existía el nivel consciente pero hacía referencia a dos inconscientes: el inconsciente personal y el inconsciente colectivo.

8.- La transferencia
Otra de las diferencias entre Freud y Jung se encuentra en cómo entendían el fenómeno de la transferencia. Ambos contemplaban este concepto, Freud concebía que, para que ésta pueda darse, debería existir una cierta asimetría donde el analista funge como objeto, pantalla en blanco donde el paciente puede colocar -transferir- fantasías, figuras representativas, etc., a partir de lo cual se inicia el trabajo analítico. Dirección unidireccional.

En cambio, aunque para Jung la transferencia sigue siendo el problema central del análisis, no comparte su praxis ortodoxa. Partiendo de sus conocimientos sobre alquimia definiría la relación terapéutica a partir de la metáfora de dos cuerpos químicos diferentes que, puestos en contacto, se modifican mutuamente. Siendo así, la relación que se establece entre paciente y psicoterapeuta de colaboración y confrontación mutua.

9.- El diván
Para Freud el uso de la herramienta del diván era imprescindible para poder hacer análisis, quedando siempre el analista fuera del alcance de la vista del paciente. Todo lo contrario a Jung quien hacía las sesiones cara a cara, sentado frente al paciente y manteniendo una interrelación directa constante. Prescindía del diván.

10.- Frecuencia de las sesiones
La frecuencia de las sesiones es otra de las diferencias entre Freud y Jung. Carl Gustav Jung atendía a sus pacientes al inicio dos veces por semana, a relación de una hora por sesión. Proponiendo luego a pasar a una sesión semanal en un tratamiento usual de tres años. Freud en cambio atendía a sus pacientes seis veces por semana, a relación de 45 o 50 minutos cada sesión, estrictamente.
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