13 marzo 2022

694 - 10 HÁBITOS PARA EJERCITAR LA MEMORIA

Existen diferentes estrategias de gimnasia cerebral que permiten desarrollar nuevas conexiones neuronales y ejercitar la memoria. 

Nuestras conductas, rutinas y estilo de vida, juegan un papel decisivo en cómo nuestro cerebro se activa, y cambia a nivel estructural.

No existe una receta mágica, que mejore nuestra memoria con poco esfuerzo, sin embargo podemos realizar diferentes ejercicios para trabajar la plasticidad cerebral y mejorar las habilidades cognitivas, y concretamente la memoria…

El cerebro tiene una gran capacidad de cambio y adaptación, pudiendo cambiar en función de nuestras experiencias y actividades cotidianas. De esta forma, puede mejorar, si lo estimulamos correctamente.

El cambio de hábitos y la práctica de actividades mentalmente estimulantes y retadoras, ayudan a mantener el cerebro activo, facilitando la creación de nuevas neuronas (neurogénesis) y conexiones.

Aquí tenemos algunos hábitos que nos pueden ayudar a trabajar y entrenar la memoria, entre otras habilidades.

1. Visitar lugares nuevos

Viajar llena nuestro disco duro de información novedosa y atractiva, a través de la experiencia propia. Ponernos en contacto con nuevas culturas, paisajes, lugares y lenguas, nos aporta un enriquecimiento innegable, y además estimula nuestra curiosidad, la cual mantiene una estrecha relación con nuestra memoria, y capacidad para aprender.

Si disponemos de los recursos suficientes como para viajar, hay que hacerlo. Visitar lugares desconocidos, sumergirse en la cultura y aprender de los nativos... Si no es posible viajar a lugares lejanos es muy interesante rodearse de distintas personas procedentes de diferentes culturas, conocer a gente de otros países, y visitar nuevos lugares en nuestra propia ciudad y alrededores.

2. No dejar de estudiar

Las personas que estudian, trabajan con mayor frecuencia y eficacia con su memoria. A esto se le suma el hecho de que con la práctica, necesitan un menor esfuerzo para aprender.

Además de realizar un trabajo que puede mejorar la funcionalidad de la memoria, pueden presentar cambios estructurales apreciables en su cerebro. Existen estudios famosos que nos muestran como determinadas personas que tienen, o han tenido que estudiar y memorizar grandes cantidades de datos, tienen ciertas zonas de sus cerebros, como el hipocampo, más desarrolladas que las personas que no han realizado este tipo de trabajos (como el estudio de los taxistas de Londres).

3. Escuchar música

Escuchar música es una excelente actividad para estimular nuestro cerebro. Además tiene ciertos beneficios sobre nuestra memoria, ya que como algunos estudios muestran, al escuchar música se activa la transmisión de información a través de las neuronas, y favorece la capacidad de aprendizaje, y mejor funcionamiento de la memoria. Además escuchar música puede ayudar a ralentizar el proceso neurodegenerativo (aunque este efecto sólo se ha apreciado en personas que estaban familiarizadas con la música).

Podemos coger la costumbre de escuchar música cuando estamos en casa, cocinando, en el coche, en el trabajo, cuando hacemos ejercicio, etc…

Más incluso que escuchar música, aprender a tocar un instrumento puede ser un reto muy interesante para poner en marcha y trabajar de forma específica nuestra memoria procedimental, además de nuestra memoria explicita.

4. Realizar actividad física

Según muchos estudios, hacer ejercicio y disfrutar de él potencia la creación de nuevas neuronas, mejora el aprendizaje y el rendimiento cognitivo y potencia la plasticidad cerebral.

El ejercicio aeróbico y de cierta intensidad, se encuentra más relacionado con estos beneficios. Hay que animarse a correr, nadar, hacer ciclismo… pero si no es posible... andar a diario es un buen ejercicio.

5. Leer

Leer es uno de los mejores alimentos para nuestro cerebro, y más concretamente para nuestra memoria. Gracias a la lectura podemos vivir experiencias nuevas y exóticas en nuestra imaginación, a su vez, trabajar nuestra velocidad de procesamiento, atención, lenguaje y pensamiento abstracto.

Si te gusta leer, lo tienes fácil. Sin embargo, si no te gusta probablemente sea porque no has dado con el material adecuado. Hay multitud de géneros que puedes probar. La cuestión es mantener activa la mente.

6. Aprende un idioma nuevo

Hablar dos o más idiomas, parece estar relacionado con cierta protección  ante el deterioro cognitivo. Además en algunos estudios se encontró que las personas bilingües obtuvieron mayor puntuación en test de inteligencia. Lo interesante es que esto ocurre, incluso cuando el idioma es aprendido en la adultez.

Empezar a dar clases de inglés, francés… o del idioma que sea y practicar con otros compañeros-as e intentar desenvolverse en situaciones sociales en un idioma nuevo suma muchos puntos a nuestro favor.

7. Dormir lo necesario

Según un estudio, la falta de sueño se ve asociada a una reducción de la masa cerebral.

Una adecuada calidad e higiene del sueño, es fundamental para el buen funcionamiento de cognitivo y para nuestro bienestar en general. Durante las diferentes fases del sueño, se consolidan nuestros recuerdos, y se sabe que el sueño es un proceso activo, que se encuentra muy relacionado con el aprendizaje.

Para mantener una adecuada higiene del sueño lo mejor es seguir una rutina. Intenta acostarte y levantarte siempre a la misma hora. Ten en cuenta que el cuerpo tiende a asociar estímulos con facilidad, por lo que no debes realizar muchas actividades en la cama; como ver la televisión, jugar, comer… Ya que se debe asociar este contexto al sueño. Intenta mantener en tu habitación una temperatura agradable y minimizar los ruidos.

8. Realizar actividades nuevas

Nuevos estudios muestran que la inmersión en actividades de ocio que supongan un esfuerzo y resulten desafiantes para la mente facilitan las funciones cognitivas y puede prevenir el deterioro cognitivo.

Además, el aprendizaje promueve la salud mental, según este estudio. Mantener la mente activa y aprender cosas nuevas a lo largo de la vida mantiene el cerebro sano. El cerebro es como un músculo, si no lo usas se atrofia.

Aprende a hacer cosas nuevas, no importa si no eres bueno en ellas, lo importante es que te diviertas.

9. Practicar Meditación

La meditación ha demostrado ser una buena práctica para mejorar la velocidad de procesamiento mental, la atención sostenida o concentración, la inhibición, además de potenciar nuestra memoria y dotarnos de unas mejores capacidades para la gestión emocional, entre otras cosas. Es una práctica muy recomendable para cualquier atleta mental, así como para personas que quieran mejorar su salud psicológica. La práctica de yoga y la meditación nos ayudan a una utilización más eficiente de nuestros recursos mentales. También reducen el estrés y la ansiedad, mejorando nuestro rendimiento.

10. Alimentarse bien y evitar las drogas

Aprender a alimentarse adecuadamente ayuda a tu cerebro a que se mantenga sano y funcional. Nuestra actividad cerebral, y nuestras capacidades cognitivas se ven condicionadas por nuestros hábitos alimenticios. Por supuesto comer bien no es suficiente para tener un cerebro sano y una buena memoria, pero es un buen principio, ya que tiene una repercusión innegable sobre nuestra salud y rendimiento.

Además el consumo de drogas como el alcohol y el tabaco, perjudican notablemente nuestra actividad cerebral a largo plazo, y especialmente se ve una influencia negativa sobre las capacidades relacionadas con la memoria.

Ten en cuenta también que debemos evitar las dietas monótonas y poco variadas. La variedad es un factor fundamental para que a nuestro cerebro no le falte de nada. Las dietas deben ser flexibles y variadas, y debemos acostumbrarnos a probar platos nuevos con nuevos ingredientes siempre que podamos.

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