Pues la verdad es que antes de aprender a meditar te parece que debe ser una cosa extraordinaria, pero cuando te enseñan lo coges en un voleo.
Hoy veremos cómo preparar el entorno para poder meditar.
1.- Elegir un sitio tranquilo, en silencio, sin ruídos o distracciones acústicas. Como al principio nos costará más podemos dejar el lugar semioscuro.
2.- Ponerse ropa cómoda y quitarse los zapatos y los calcetines. De esta forma evitamos ropa apretada que bloquee el cuerpo.
3.- Decidir el tiempo total de meditación antes de empezar. Se recomienda empezar por 5 minutos, después se puede llegar hasta los 20 minutos 2 veces al día que es lo aconsejable. Poner una alarma suave en el móvil o reloj para controlarlo.
4.- Realizar estiramientos. Estiramientos suaves de cuello, hombros, brazos, espalda y piernas. También se pueden hacer rotaciones de rodillas y tobillos. Los estiramientos deben ser siempre simétricos, es decir, las mismas veces hacia un lado y hacia otro y el número de veces que se realizan suele ser 8 a cada lado.
5.- Elegir una posición para meditar. Puede ser tumbado o sentado. Los principiantes deberían empezar tumbados para conseguir una relajación más rápida. Si nos sentamos debemos hacerlo sobre la parte delantera de un cojín o toalla enrollada. La postura adecuada es fácil y cómoda. Casi parecerá que estamos flotando.
6.- Cerrar los ojos. Con el tiempo se puede meditar con los ojos abiertos también.
7.- Elegir el momento apropiado. Si cuando vamos a empezar la meditación estamos tensos, enfadados, cansados o incómodos, es mejor hacer otra actividad que nos relaje como darse una ducha, sentarse a descansar o dar un pequeño paseo para calmarnos. Entonces sí podremos iniciar la meditación.
YA ESTAMOS PREPARADOS PARA MEDITAR.
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